lunes, 10 de noviembre de 2008

9 de noviembre de 1938, 9 de noviembre de 1989

Es lo que tiene ser la Roma del siglo XX: las fechas importantes desde la perspectiva de la Historia (con mayúscula) se agolpan e incluso se solapan en el calendario berlinés. Es el caso del ya pasado 9 de noviembre: hace 70 años los nazis dieron el primer paso violento en su intento de eliminación sistemática del judío en Alemania y Europa, y hace 19 un ministro de la RDA cometió un desliz que desembocó en la fulminante e inesperada caída del muro de Berlín. Como decía la publicidad institucional en las paradas de bus y metro de la ciudad, Berlín se recordó el 9 de noviembre.

Pero la historia sigue y se vive a diario en la capital alemana. Aquí tengo a sensación de formar parte de la historia, de convertirme en parte de ella, me dijo una noche un estudiante español entre cervezas. Esos dos hechos históricos marcados sobre la casilla del día 9 de noviembre tienen conexiones directas con la actual Alemania, al tiempo que están interconectados entre ellos mismos.

Sólo un par de datos:

- Según la propia canciller Angela Merkel en su discurso de ayer en la sinagoga del la Rykestrasse de Berlín, sólo durante los primeros nueve meses de este año se registraron 800 ataques de carácter antisemita en toda Alemania (y más de 17.000 delitos de la extrema derecha o neonazi durante 2007, espectro ideológico en el que son activas y potencialmente violentas alrededor de 30.000 personas en todo el país, según el último informe anual del Ministero de Interior germano). De todos modos, ese preocupante dato, junto a la llamada deuda histórica que Alemania tiene con judíos de toda condición, no debería apagar las necesarias críticas sobre el comportamiento del Israel con palestinos y otros pueblos de su entorno. El espiritu crítico no puede ser tachado una y otra vez con el adjetivo "antisemita", algo que incluso ocurre en los algunos círculos de la extrema izquierda alemana. Y debería ser el propio Israel el que hiciera esa autocrítica si quiere sobrevivir como Estado. Si no la hace, habrá que recordárselo...

- Sí, el muro cayó hace casi 20 años, pero las diferencias entre el Este y el Oeste de Alemania siguen bien presentes. El muro físico cayó pero el psicológico sigue ahí. Según apuntaba en una reciente entrevista el comisario para la reconstrucción del Este de Alemania (o de los conocidos como nuevos Estados federales), actualmente "el desempleo es dos veces mayor en el Este que en el Oeste, sobre todo el desempleo de larga duración". Eso desemboca en dos fenómenos remarcables: el trasvase fundamentalmente de población joven del Este al Oeste de Alemania (alrededor de un millón y medio de ciudadanos de la antigua RDA se han marchado al Oeste desde la reunificación del país) y el crecimiento de los partidos de extrema derecha en los territorios orientales como consecuencia de esa frustración social.

Hay que aprender de los errores cometidos durante la historia para no volverlos a repetir; o como dijo Primo-Levi, "ya ocurrió una vez, y consecuentemente puede volver a ocurrir".

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